Malestar progresista por la presencia de Dios
en el Congreso chileno y norteamericano
Pretendían despedir a Dios de la administración pública

 

 

Sin duda que debe ser difícil para un senador agnóstico o sin religión presidir la Cámara Alta, tiene que abrir la sesión en el Nombre de Dios. Los progresistas no creen en Dios, les molesta la presencia de la religión en la vida social y sobretodo en la administración del Estado y exigen que las instituciones públicas sean depuradas de toda religiosidad, porque Chile es un Estado Laico, que se separo de la Iglesia católica hace más de cien años atrás. Esta doctrina progresista se llama laicismo y persigue la eliminación de toda influencia religiosa en las esferas del Estado, por lo tanto se deben eliminar las palabras “Se abre la Sesión en Nombre de Dios” cuando se inician en el Congreso, se debe eliminar la despedida “Dios guarde Usted” en todos los oficios y documentos estatales y por supuesto borrar del Decreto, la frase invocatoria del Nombre de Dios Todopoderoso al presentar la Constitución Política de la República de Chile.



No tengo dudas que el laicismo fue el gatillo que disparó el Boletín 1277-09 firmado por los senadores Isabel Allende y Juan Pablo Letelier. El documento señala: La separación del Estado de Chile y la Iglesia Católica constituye un hito importante dentro de nuestra historia republicana, situación que se materializó más de cien años atrás después de una serie de incidentes y eventos que provocaron la referida separación. La separación del Estado de la Iglesia Católica ha permitido que ambas instituciones funcionen cada una con total independencia de la otra por más de cien años, situación que en la actualidad nadie contradice o cuestiona, al menos públicamente. Es por ello que creemos que el contenido del artículo 57 del Reglamento del Senado debe ser modificado, por cuanto no responde a la realidad política e institucional de nuestro país, y además, no considera todas las creencias en materia teológica que pueden tener o llegar a tener distintas personas que ejercen algún cargo en dicha corporación, o bien, que son representadas por sus mandatarios en ella.



Ahora, la pretensión progresista laicista de eliminar la frase “Se abre la Sesión en Nombre de Dios” no podía manifestarse claramente, se trata de un país donde los habitantes mayoritariamente creen en Dios y en donde los evangélicos que son millones, terminaron para siempre la “Huelga social” (Lalive 1987) en la que vivieron durante cien años, y no lo habrían permitido. Ahora, los progresistas laicistas saben también que este año 2012 y el año 2013 son años electorales y ciertamente desean seguir sirviendo al país como parlamentarios, así que, promovieron una reforma a los Reglamentos, que no elimina a Dios, pero le quita la exclusividad, no será el único que fue durante doscientos años, porque a partir de ahora, estará acompañado, las sesiones en el Senado chileno deberán abrirse “En nombre de Dios y de la Patria” Me parece importante destacar que esta moción fue aprobada con 30 votos a favor y una abstención, la del senador socialista Fulvio Rossi. Esta reforma a los reglamentos del Senado, la apoyo y la celebro, pero no sin pedir que quede en el Acta, esta reflexión.



Esta moción de reforma al reglamento del Senado chileno, me hizo recordar la movida progresista de Barack Obama, cuando pretendió subliminalmente borrar el sagrado lema de la nación norteamericana: “In God we trust” (En Dios confiamos). En noviembre del año pasado, el presidente Barack Obama, dijo a una audiencia en todo el mundo, como parte de un discurso dirigido a los norteamericanos y su relación con el mundo de los musulmanes, que el lema de Estados Unidos era “E pluribus unum” (“De muchos, uno”). Como respuesta a esta locura, la Cámara de Representantes (Diputados) de USA votó para reafirmar el lema nacional “In God we trust” (En Dios Confiamos), frase histórica grabada en los billetes y esculpida en los edificios públicos. Por 396 votos a favor y 9 en contra, la resolución planteada por el republicano James Randy Forbes, fue aprobada y Dios seguirá presente en el Congreso. “In God We Trust” (En Dios confiamos), es el lema nacional de Estados Unidos que seguirá siendo promovido en los edificios públicos, incluidas las escuelas y otras instituciones gubernamentales.

 

 

El laicismo es la doctrina que defiende la independencia del hombre o de la sociedad, y más particularmente del Estado, respecto de cualquier organización o confesión religiosa. “Por consecuencia, esta doctrina establece la neutralidad del Estado en materias de conciencia y autonomía moral, respetando el derecho de cada credo a tener su propio espacio, pero no en el ámbito del Estado, ni con recursos del Estado, que es una entidad que por pertenecer a todos, debe permanecer al margen de toda ingerencia en la conciencia de los ciudadanos. El Estado, por tanto, debe carecer de contenido ideológico, de modo que garantice la libertad de conciencia de todos los ciudadanos por igual.” Del laicismo surge lo que mencionan constantemente los políticos, el Estado laico. Un Estado laico no tiene Dios, no tiene religión, no está asociado a ninguna iglesia y es totalmente ajeno a la Biblia. Los laicistas son aquellos que luchan para laicizar la sociedad y especialmente el Estado, es decir, pelean por echar a Dios, a la Biblia y a la iglesia, de las leyes y de la administración pública; oficinas, escuelas, cuarteles, hospitales y de todos los recintos públicos. Ellos no quieren que el presidente de la República mencione a Dios y no quieren que se enseñe religión en las escuelas públicas. No quieren ritos religiosos en los cuarteles ni en los hospitales. Los laicistas quieren que la religión sea algo privado que cada persona practique en la intimidad. Los laicistas son enemigos de Dios y de nosotros los evangélicos, que deseamos que Jesús sea el centro de todas las cosas. Jesucristo debe ser el Señor del palacio de La Moneda, del edificio del Congreso y de los Tribunales de Justicia. La Palabra de Dios y la oración deben estar presentes en las escuelas, hospitales, regimientos y reparticiones públicas en general. “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.” Colosenses 1:16

 

http://diarioconstitucional.cl/articulo-det.php?id_articulo=2739&id_cat=9

 

http://www.senado.cl/prontus_galeria_noticias/site/artic/20120111/pags/20120111174012.html